Calefacción comunitaria y normativa europea

La reglamentación europea obliga a individualizar el consumo de calefacción en aquellos sistemas de producción de agua caliente o calefacción centralizados, de tipo comunitario en los que, hasta el momento esto no era posible.

En el esquema más común de calefacción centralizada, de una caldera situada en el sótano, parten montantes para cada posición de radiador atravesando los pisos de arriba abajo. Así, para poder conocer lo que consume cada vivienda, habría que medir lo que consume cada radiador y sumarlo.

La reglamentación europea obliga a individualizar el consumo de calefacción en aquellos sistemas de producción de agua caliente o calefacción centralizados, de tipo comunitario en los que, hasta el momento esto no era posible.

Un esquema comunitario individualizado con anillos por vivienda.

Un esquema comunitario con montantes por cada radiador o cada pocos radiadores.

Con la llegada de la reglamentación nacida en Europa y traspuesta a nuestro ordenamiento técnico, algunas empresas están promocionando un sistema que consiste en colocar un medidor individual inalámbrico en cada radiador (conocidos como «repartidores de costes») y sumar sus registros. Con esto se cumple la reglamentación de la forma más ramplona posible.

Este tipo de instalación suele costar unos mil euros (por vivienda de 90m2) más los gastos futuros de cada lectura y confección de la factura (seis por año el resto de la vida útil). El aparato en cuestión se conoce como «repartidor de costes» y consiste en un medidor que se adhiere al radiador y detecta, por su cambio de temperatura, cuando está encendido y cuando está apagado, y registra cuanto tiempo pasa en cada estado. El resultado lo almacena internamente y una vez al mes es recolectado por un empleado que, desde el exterior e inalámbricamente, descarga los datos. Con esos datos la empresa que los ha instalado confecciona las facturas que facilita a la comunidad para su cobro o gestiona directamente con cada comunero.

Un repartidor de costes en un radiador antiguo de fundición. 

Es lógico que este sistema sea atractivo puesto que:

  • No implica obras

  • Es el más barato, en el corto plazo.

Frente a esta solución, existe otra opción lógica y mejor en el largo plazo, que consiste en realizar un anillo de tubos que unan los radiadores de cada vivienda y los conecte en un único punto con el montante que asciende de la caldera, en donde se instala el medidor y un centro de control de la instalación, con su termostato

En mi opinión, optar por instalar repartidores de costes no es más que aplazar la decisión de realizar el anillo de radiadores, hipotecando el cambio futuro de su instalación (ya que se habrá gastado un importe considerable, sin retorno). Esto dificultará abordar el cambio a un sistema más eficiente y de mejores prestaciones.

Un esquema de anillo bitubular para una vivienda nueva

Con el repartidor de costes se cumplirá la legislación pero:

  • No se mejora la eficiencia del sistema. El sistema es el mismo y lo único que se hace es instalar un medidor por lo que no hay ningún ahorro derivado de una mejora de la instalación.
  • No tendrá un control mínimamente aceptable sobre la temperatura de su casa. Tendrá que seguir optando por dejar la calefacción encendida cuando salga de casa o ir apagando los radiadores uno por uno.

  • Tampoco podrá tener la calefacción apagada cuando abandone el domicilio y programarla para que se encienda algo antes de que regrese, porque no tendrá termostato. Esto es una fuente de ahorro muy importante que despreciará si instala los repartidores de costes.

¿Qué quiere decir todo esto? Que si la forma habitual de controlar la temperatura de la casa suele ser marcar una temperatura en un termostato, por ejemplo, 21grados, y el sistema se encarga de encenderse y apagarse automáticamente para mantener esa temperatura, no podrá conseguir esto con los radiadores separados ( o sería absurdamente caro, ya que habría que indicarle a cada radiador que se apagara o encienda individualmente con válvulas electrónicas y un ordenador controlando todo en función de la temperatura de los otros). Así que quien mantenga el sistema sin alterar tendrá que ir cerrando o abriendo radiadores uno a uno según sienta frío o calor. ¿Cual será la temperatura de su casa? Pues si con los termostatos el usuario muchas veces se queja de que la temperatura del dormitorio es distinta que la del salón, puede imaginarse que abriendo y cerrando radiadores “a sentimiento” la temperatura será diferente en cada habitación. Y, además, desconocida no siendo que ponga un termómetro en cada habitación.

Al final, lo que ocurre es que el propietario habrá instalado unos equipos bastante caros, que pagará un abono de por vida para costear la elaboración de su factura y quedará atado al suministrador del producto puesto que los mismos no son intercambiables entre empresas.

Considerando lo incómodo de las maniobras para ahorrar encendiendo y apagando la calefacción, es probable que la comunidad no tenga la caldera encendida 24h al día, y la apague por la noche, para ahorrar.

Por último, aunque toda forma de minorar el gasto final, en moneda, es interesante, no es posible asegurar a día de hoy que este tipo de instalaciones estarán amparadas por las subvenciones para la mejora de la eficiencia energética. Si se observa la directiva comunitaria de la que nace esta obligación (2012/27/UE) la definición de “eficiencia energética” es: “la relación entre la producción de un rendimiento, servicio, bien o energía y el gasto de energía” y la definición de “mejora de la eficiencia energética” es: el aumento de la eficiencia energética como resultado de cambios tecnológicos, de comportamiento y/o económicos”. Como quiera que el “repartidor de costes” no realiza ningún cambio en la eficiencia del sistema, no queda claro que esté incluido en este concepto.

Contador con electroválvula

Evidentemente, al instalar los repartidores de costes podrá ahorrar independientemente de sus vecinos. Y si cierra todos los radiadores, solo tendrá que pagar los gastos de mantenimiento y el coste de la factura. Es a esto a lo que se debe, exclusivamente, el ahorro del 20%-30% que anuncian los que instalan los equipos: a que algunos vecinos se cuidan más en encender la calefacción o la apagan del todo.

Existe una alternativa simple, válida y mejor.

La alternativa consiste en reformar la instalación interior de las viviendas y, si se quiere suplementariamente, aprovechar para instalar captadores solares para generar agua caliente.

Consta de tres elementos: un circuito nuevo interior en cada vivienda para los radiadores, un nuevo montante general que va desde las calderas a todos los pisos, y un cuadro de control en el punto de unión del circuito de cada vivienda con el nuevo montante.

Esta solución implica obras y una mayor inversión inicial, pero esta se recupera con el tiempo, además se mejora la eficiencia y calidad del servicio y las subvenciones ayudan a realizarla.

Además del ahorro derivado de que cada vecino se responsabiliza de su consumo, tendrá:

  • Un ahorro suplementario derivado del poder programar el funcionamiento con un termostato. Podrá ahorrar usando su sistema eficientemente sin perder confort: programándolo cómodamente para que se apague y encienda de acuerdo con su forma de usar la casa.

  • Asimismo, cualquier administrador medianamente preparado podrá realizar las lecturas y calcular los importes a cobrar sin implicar un costo comparable al de los sistemas de repartidores, lo que será otro sistema de ahorro nada desdeñable ya que se mantiene durante toda la vida útil del sistema.

  • Suplementariamente, los lugares por donde pasaban los montantes antiguos podrán pasar a ser parte de la viviendas particulares si así lo autoriza la comunidad, ganando espacios.

  • A partir de ese momento, la comunidad ya no tendrá que verse sometida a gestionar el funcionamiento diario de la caldera por iniciativas de los comuneros (generalmente relacionadas con apagarla por las noches), ya que cada vecino podrá hacer que su calefacción se encienda o apague con total comodidad e independencia de los demás.

  • Si opta por colocar paneles solares, se beneficiará de un ahorro relevante en la producción de agua caliente. En promedio el 15% de ahorro (en euros) sobre su gasto es un valor de referencia para los precios del gasóleo de 2013 en sistemas promedio. El ahorro sobre la energía que se produce puede alcanzar, en Pontevedra, un máximo del 50%.

 

Como para hacer los montantes verticales del sistema de calefacción se tiene que realizar un trabajo similar al que sería necesario para instalar los montantes del sistema de captación solar para el agua caliente, se recomienda que se hagan conjuntamente y así ahorrar esfuerzos. Es importante entender que el sistema de paneles solares no tiene que ver con la calefacción sino con el agua caliente.

Ofrecemos nuestros servicios para efectuar el cálculo e instalación de todos estos sistemas así como su mantenimiento posterior.

Solicite presupuesto sin compromiso.